Esta semana estamos pasando de un extremo a otro; de no publicar, a tres entradas, del Renacimiento al Expresionismo. Concretamente al Expresionismo de Otto Dix, el pintor de posguerra por excelencia, junto a Georges Grosz. Ambos retrataron y vaticinaron el horror de la guerra y el régimen nazi.
*Biografía
Otto Dix (1891 Untermhaus - 1969 Singen) nació cerca de Gera, pero obtuvo sus primeras experiencias y entrenamiento en el arte en la venerable ciudad barroca de Dresde, a la que volvería en 1927 para tomar posesión del cargo de profesor de la Academia. La primera obra de importancia de Dix se produjo en medio de la violencia de la Primera Guerra Mundial (la cual marcaría su estilo). Apenas algo más joven que los expresionistas originales, tuvo una larga y prolífica carrera durante la cual su obra pasó por cambios significativos, que siguieron aproximadamente los cambios principales en el desarrollo de la vanguardia alemana, del expresionismo al dadaísmo y luego, a partir de 1923, a la llamada Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad) . Sin embargo, la obra de Dix fue tan variada que no es fácil reducirla a simples fórmulas. Aunque fue uno de los principales artistas modernos de Alemania, la base de una gran parte de su trabajo, en especial a partir de mediados de la década de 1920, es un compromiso con los antiguos maestros alemanes como Cranach, Durero y Baldung Grien.
Cuando la guerra terminó, Dix se involucró en los círculos expresionista y socialista, como el del grupo berlinés Novemgruppe y otro grupo de Dresde, que incluía también a Felixmüller, de dotes artísticas precoces. Dix se describió a sí mismo muchas veces como "realista". en su discurso y comportamiento, era franco y no tenía paciencia para los sueños idealistas revolucionarios. Prager Street fue una de las respuestas más memorables e innovadoras de Dix a la posguerra. Al igual que en su grupo de veteranos de guerra lisiados que jugaban a las cartas y que realizó ese mismo año, Dix utilizó una franca yuxtaposición de materiales artificiales, fragmentos de objetos cotidianos y pintura de óleo para reconstruir una realidad caótica de cuerpos rotos y modernidad alineada.
Cuando Dix se convirtió en profesor de la Academia de Dresde, trabajaba con métodos y materiales asociados más comúnmente con los viejos maestros del siglo XVI. Su tríptico Metrópolis de 1928 se preparó con un infinito cuidado y pretendía ser una obra maestra moderna. Para entonces, Dix ya había evitado al Expresionismo. Pero, a pesar de todo, el retablo de sexo en la ciudad, basado en el brillo y miseria de Berlín, con su mordaz yuxtaposición de erotismo y muerte, continúa con los temas que habían preocupado a Dix casi desde el principio.
*Obra
Tropas avanzando bajo el gas (Stormtroops advancing under gas)
Retrato de la periodista Sylvia von Harden
La calle Prager (Prager Street)
Inválidos de guerra jugando a las cartas
Tríptico de guerra, Metrópolis
Las obras de Otto Dix realizan un intenso análisis de la misera sociedad de la Alemania nazi, de posguerra y en la Segunda Guerra Mundial, como pocos lo han hecho. Un cuadro de Dix puede hacernos una mejor idea que cualquier libro de texto (una imagen vale más que mil palabras), puesto que además de lo superficial, indaga en la psicología nazi y de la población de su tiempo. Podría decirse que es el "psicólogo de posguerra" por excelencia. Veremos a Georges Grosz, pintor interesante, al igual que Dix, para analizar la sociedad de entreguerras. Hasta la próxima!
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